Las causas de violencia en la adolescencia

La violencia en la adolescencia consiste en manifestaciones de agresión dirigidas a los compañeros, los padres o las figuras de autoridad. En primer lugar, hay que diferenciar esta violencia de la rebeldía adolescente, concebida como una etapa de transición en la que los niños cambian sus roles en la sociedad. Por lo tanto, en la mayoría de los casos no deben alarmarse. En la sociedad actual, se observa un aumento de los comportamientos violentos de la población adolescente, en diferentes contextos y en todos los grupos sociales: familias de clase alta, media y baja.

Ambientes en los que pueden generarse las conductas violentas

En cuanto a los escenarios en los que se produce la violencia entre los adolescentes, encontramos que generalmente se producen en:

Violencia en el hogar

Es común que las familias en las que uno o más hijos adolescentes están en conflicto, debido a las normas cambiantes, las demandas de los hijos, etc. La situación se agrava si hay peleas físicas entre dos o más miembros de la familia.

Violencia entre parejas adolescentes

Los datos de la investigación sobre la violencia entre parejas de novios adolescentes son alarmantes. Sorprendentemente, este tipo de violencia sigue aumentando tanto en los chicos como en las chicas. Muchos de los comportamientos que pasan desapercibidos son: controladores, humillantes, sexo forzado, etc.

Violencia en las escuelas

Desgraciadamente, los datos recogidos en nuestro país muestran que hay muchos casos de acoso entre jóvenes y adolescentes. Estos comportamientos violentos han sido ampliamente estudiados y son muchas las causas que los originan, como por ejemplo el papel del compañero que actúa como espectador-víctimas que no denuncian su situación de acoso. El comportamiento violento permite al agresor salirse con la suya. Además, hay que destacar el comportamiento violento de algunos alumnos hacia sus profesores. En este sentido, deberían tomarse más medidas para evitar que se produzcan estos comportamientos violentos en las escuelas.

Violencia callejera

Algunos grupos de adolescentes se unen para formar bandas o pandillas callejeras con el objetivo de atacar a personas o cometer actos delictivos, como robar a personas o instituciones. También es motivo de alarma que los adolescentes disfruten y se complazcan en dañar a los animales callejeros. Se han recogido muchos vídeos de palizas a animales indefensos, que han provocado daños irreparables e incluso la muerte. Este comportamiento en los animales nunca debe ser visto como un comportamiento normal y adolescente. Esta es una buena razón para realizar un estudio psicológico del adolescente y, si es necesario, llevar a cabo una intervención específica.

Ciberacoso

Este es un problema al que los jóvenes tienen que enfrentarse ahora, porque la acción de sus agresores no termina cuando termina el horario escolar. El acoso puede producirse mediante mensajes amenazantes, la publicación de fotos o vídeos degradantes, burlas e insultos públicos en las redes sociales, etc. Además, en los últimos años se han descubierto vídeos de chicas manteniendo relaciones sexuales. Esta es otra forma de violencia, ya que amenaza la intimidad y la integridad del adolescente en cuestión.

Formas de manifestar la violencia

A continuación, diferenciamos las distintas manifestaciones de violencia que se pueden encontrar entre la población adolescente, algunas de las cuales pueden pasar desapercibidas. Algunas de ellas son:

Violencia verbal

La violencia verbal se está normalizando en nuestra sociedad, especialmente cuando es percibida por jóvenes que tienen enfrentamientos aparentemente sin importancia. Algunos ejemplos de maltrato verbal pueden ser los insultos, los gritos, etc. y pueden causar tanto daño psicológico como el maltrato físico, especialmente cuando se producen con frecuencia.

Abuso físico

El maltrato físico es más alarmante porque puede causar graves daños al organismo. Suele dar lugar a un mayor castigo y, en ocasiones, los agresores rinden cuentas ante la justicia. Los golpes, las bofetadas y las palizas son algunos ejemplos de este tipo de violencia entre los adolescentes.

Violencia/abuso psicológico

Aunque se trata de un tipo de maltrato más sutil, puede causar graves problemas a la víctima, como baja autoestima, falta de autonomía, miedo a la pareja, etc. Algunos ejemplos de maltrato psicológico son:

  • Humillación. Esta forma de abuso es muy común. Se refiere al hecho de que algunas personas ofenden al otro, especialmente cuando lo hacen públicamente.
  • Desprecio. Se refiere al comportamiento de indiferencia que hace que la víctima de este abuso se sienta mal.
  • Amenazas. Un joven puede coaccionar a otra persona para conseguir lo que quiere, lo que provocará una sensación de triunfo en el maltratador, que decidirá utilizar este método repetidamente.

Causas de la violencia en la adolescencia

Las causas de la violencia juvenil son numerosas. En los estudios sobre el tema, se ha prestado atención al tipo de familia de origen, en particular. Así, hemos comprobado que los aspectos familiares que más favorecen la violencia de los adolescentes son los siguientes:

  • Ausencia parental: abandono del padre o de la madre total o parcialmente.
  • Familia desestructurada.
  • Estilos educativos autoritarios: en los que el adolescente no puede negociar las normas o demasiado permisivos en los que hay una ausencia total de normas.

Otros aspectos que refuerzan la manifestación del comportamiento agresivo son:

  • Consumo de sustancias: el alcohol y las drogas ilícitas suelen dar lugar a comportamientos violentos como peleas, riñas y agresiones.
  • Falta de atención individual en las escuelas: en ocasiones, los profesores no advierten de los comportamientos inaceptables dentro del centro, por lo que no se puede llevar a cabo una intervención específica.
  • Deseos de aceptación por parte del grupo de iguales: el reconocimiento social aporta ciertos beneficios a los adolescentes, como el sentido de pertenencia a un grupo, el aumento de la autoestima y la mayor satisfacción vital.

En consecuencia, muchos jóvenes no tienen reparos en adoptar comportamientos violentos contra personas más débiles para buscar la aprobación de su grupo de iguales.

Consecuencias de la violencia de los adolescentes

Como se puede imaginar, todo lo que se ha comentado hasta ahora tiene un impacto negativo en los adolescentes víctimas de la violencia en primera persona. En cuanto a las víctimas, se han observado muchos indicadores de desequilibrio psicológico, como:

  • Aislamiento social
  • Bajo rendimiento escolar.
  • Problemas de ansiedad
  • Depresión
  • Ideación o intentos de suicidio.
  • Mayor insatisfacción con su vida.
  • Problemas dentro de su propia familia.

Las víctimas no suelen pedir ayuda a sus familiares o conocidos, por lo que debe saber si sospecha que su hijo está en esta situación.

¿Cómo se puede prevenir?

Con los adolescentes, es especialmente difícil intervenir para ayudar a corregir ciertos comportamientos inadecuados, debido al desapego parental que los jóvenes intentan llevar a cabo. Sin embargo, hay mucho que se puede hacer para prevenir las consecuencias de la violencia juvenil. Es aconsejable empezar a observar el comportamiento violento que muestra su hijo desde una edad temprana, prestando especial atención a partir de los 10 años.

Es importante que trabajes tu desarrollo emocional, expliques las situaciones en las que has actuado mal y aprendas a ponerte en el lugar de la otra persona. Esto te ayudará a desarrollar la empatía, y esta habilidad te ayudará a comportarte de forma menos violenta con los demás.

Por otro lado, cuando se trata del problema de la violencia entre parejas, hasta hace unos años, se centraba únicamente en la intervención con el maltratador. Sin embargo, parece que el trabajo debe hacerse de la misma manera con la persona maltratada física, psicológica, etc.. De hecho, como se ha demostrado, las mujeres maltratadas necesitan mejorar sus habilidades sociales, entre otras, para tener una relación adecuada. Por lo tanto, si su hijo tiene problemas con su pareja, debe intentar desarrollar, con la ayuda de un especialista, las habilidades necesarias para tener relaciones satisfactorias.

En cuanto al acoso, tanto si lo haces como si lo recibes, necesitarás el apoyo y la ayuda de tu familia para poder detenerlo. Si tu hijo es víctima de acoso, toma medidas para prevenir el peligro, díselo a los profesores, involúcralo en su educación y asegúrate de que no vuelva a ocurrir. En algunos casos, el acoso se dirige a niños con algún tipo de discapacidad física o psicológica. Por lo tanto, debería averiguar más si su hijo tiene estas características. Si el acoso se prolonga durante mucho tiempo, puedes pedirle al adolescente que se cambie de centro educativo para que no le etiqueten como «raro», «cobarde», etc. Otro factor importante a tener en cuenta es el control del consumo de alcohol y drogas. Además de otros efectos secundarios, puede evitar que su hijo se vea envuelto en situaciones violentas.

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