Fotografía forense

La fotografía de la escena del crimen, también conocida como fotografía forense, es esencialmente el uso de métodos y técnicas fotográficas para ayudar a las investigaciones legales. Además de crear un registro visual permanente de la escena del crimen en el estado en que se encontró originalmente, las fotografías forenses desempeñarán un papel muy importante a lo largo de toda la investigación. Pueden actuar como disparadores tanto para los testigos como para los investigadores cuando intentan recordar detalles del suceso y de la escena. Dichas fotografías también serán muy beneficiosas para reconstruir los hechos ocurridos. Por último, las fotografías tomadas en el lugar de los hechos pueden utilizarse en los tribunales para respaldar las pruebas verbales y físicas, y ofrecer a los miembros del jurado una imagen clara del delito.

Técnicas de fotografía forense

  • Salvo para salvar vidas, no se debe mover ni tocar nada en el lugar del crimen hasta que llegue el fotógrafo forense.
  • Deben tomarse amplias fotografías de todo el lugar del crimen, desde fotografías generales, de rango medio, hasta fotografías de primer plano, incluyendo todos los elementos de importancia y todas las entradas y salidas.
  • Los distintos rangos utilizados son necesarios para captar primero un objeto en relación con su entorno, y luego documentar cualquier detalle en primer plano.
  • El exterior de la propiedad debe documentarse desde varios ángulos, junto con cualquier irregularidad observada en la escena.
  • Si hay un cadáver en el lugar de los hechos, se fotografiará copiosamente a la víctima in situ, prestando especial atención a las heridas, las armas y los objetos personales. También puede ser aconsejable fotografiar a cualquier multitud de curiosos que se reúna fuera del lugar del crimen, ya que los miembros de la multitud pueden estar muy implicados en el crimen que se está investigando. Asimismo, se pueden fotografiar los vehículos cercanos.
  • A menudo se coloca una balanza junto a las pruebas para obtener información inmediata sobre el tamaño y la posición de los objetos.

Las imágenes tomadas en el lugar de los hechos pueden convertirse en la única prueba visual de la escena del crimen tal y como fue, por lo que es vital mantener la perspectiva en las fotos. Cualquier distorsión en las imágenes puede comprometer la imagen, haciéndola inútil en el tribunal. Para cada fotografía tomada, el fotógrafo debe elaborar un registro con la información pertinente, que incluya una descripción de la fotografía, el lugar desde el que se tomó, los ajustes de la cámara y cualquier técnica de mejora utilizada, como el flash o los filtros del objetivo.

Por lo general, se producirán fotografías en color, aunque en ocasiones las imágenes en blanco y negro pueden ser beneficiosas a efectos de mejora. En la fotografía forense se utilizan diversas técnicas para mejorar aún más las pruebas valiosas. La fotomacrografía utiliza tubos de extensión entre el objetivo y la cámara, lo que permite un aumento que resulta especialmente útil cuando se documentan indicios como fibras o fragmentos de vidrio. Las fuentes de luz alternativas y los diferentes filtros pueden visualizar pruebas anteriormente latentes, como los fluidos biológicos.

Beneficios de la fotografía digital frente a la de película

La fotografía forense comenzó con el uso de la tradicional fotografía húmeda, el uso de una cámara cargada con una película sensible a la luz que posteriormente se procesaba en un cuarto oscuro. Sin embargo, en los últimos años también se ha adoptado, y en algunos casos se ha preferido, la fotografía digital, debido a sus evidentes ventajas. La facilidad y la comodidad de las cámaras digitales son especialmente beneficiosas para la fotografía de la escena del crimen, cuando las imágenes deben capturarse a menudo con la mayor rapidez posible. Sin necesidad de transportar, cambiar y procesar rollos de película, las imágenes pueden tomarse en la cámara y transferirse inmediatamente a un ordenador o a una impresora en cuestión de minutos, eliminando la necesidad de esperar al procesamiento en el cuarto oscuro. Por razones similares, la fotografía digital puede ser considerablemente más barata si no es necesario gastar dinero en rollos de película y materiales y procesamiento en el cuarto oscuro. Los métodos digitales también pueden reducir el riesgo de que se cometan errores. Como la mayoría de las cámaras digitales incluyen una pantalla LCD en la que se pueden ver las fotografías almacenadas, el fotógrafo puede ver la imagen tomada para asegurarse de que se ha grabado correctamente antes de seguir adelante. Sin embargo, algunas agencias siguen trabajando con la fotografía tradicional en película, ya que los métodos digitales tienen sus propias limitaciones.

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