La criminología medioambiental surge como un campo de estudio vital que se enfoca en los delitos medioambientales y los daños más amplios hacia el medio ambiente, abarcando una perspectiva «verde» hacia la justicia ecológica, la legislación ambiental, y la criminalidad que impacta tanto al entorno natural como a las especies no humanas. Este enfoque interdisciplinario y multidisciplinario desafía las visiones antropocéntricas tradicionales de la justicia penal, proponiendo un marco en el que los sistemas de justicia no solo protejan los intereses humanos sino también los del medio ambiente y otras especies.
Una llamada de atención en la criminología medioambiental
La criminología medioambiental, al ser un término paraguas, reúne diversas perspectivas y concepciones teóricas e ideológicas, preocupándose por el descuido de las cuestiones ecológicas dentro de la disciplina criminológica tradicional. Lynch y Stretesky destacan la importancia de orientar la criminología hacia la solución de problemas medioambientales globales, criticando la incapacidad de la disciplina para percibir la gravedad de los daños medioambientales y la necesidad de un cambio de enfoque.
Delincuencia estatal y corporativa
Un aspecto central de la criminología medioambiental es su enfoque en la responsabilidad del estado y las corporaciones en la protección medioambiental y los daños asociados cuando estas entidades fallan en cumplir con sus obligaciones. La mercantilización de los recursos naturales, como el agua, por parte de estados y corporaciones, que a menudo conduce a la explotación de derechos humanos fundamentales, se destaca como una forma de crimen medioambiental que requiere atención crítica.
Delitos contra la flora y la fauna
La cuestión de los delitos contra la vida silvestre, especialmente el tráfico ilegal de especies y la matanza ilegal de animales en áreas agrícolas y ganaderas, representa otro foco principal de la criminología medioambiental. Este campo de estudio examina el conflicto entre las necesidades de las comunidades rurales y las ideologías de conservación y protección animal, explorando cómo las leyes de protección animal y las actitudes comunitarias hacia la caza impactan en la justicia para las especies.
Prevenir y desbaratar los delitos medioambientales
Además de analizar los daños medioambientales y los mecanismos de justicia existentes, la criminología medioambiental busca promover enfoques preventivos y disruptivos para evitar daños medioambientales antes de que ocurran. Esto incluye la exploración de enfoques de justicia restaurativa y mediación para proporcionar justicia a las víctimas humanas y no humanas de delitos medioambientales, así como la promoción de la colaboración de múltiples agencias para combatir la naturaleza multidimensional de los delitos medioambientales.
En resumen, la criminología medioambiental representa un llamado crítico a reevaluar y expandir las perspectivas tradicionales de la criminología para incluir la protección del medio ambiente y las especies no humanas dentro del ámbito de la justicia. A través de un enfoque interdisciplinario, esta disciplina desafía las estructuras existentes y propone nuevas formas de entender y abordar los delitos y daños medioambientales.
