La ciencia forense ha transformado la manera en que se investigan los crímenes, proporcionando herramientas imprescindibles para desvelar los secretos ocultos en las escenas del crimen. Uno de los pilares de esta ciencia es el principio de intercambio de Locard, propuesto por Edmond Locard, fundador del Instituto de Criminalística de la Universidad de Lyon. Este principio sostiene que «todo contacto deja un rastro», lo cual implica que un delincuente dejará inevitablemente huellas de su presencia en cualquier lugar que visite.
La Persistencia y Tipos de Rastros
El tipo de rastros que un criminal puede dejar varía enormemente, abarcando desde fibras y pelos hasta fragmentos de vidrio y pintura. La capacidad de estos rastros para adherirse a diferentes superficies y su duración depende de varios factores como el tamaño de la partícula, la forma, el volumen depositado y las condiciones ambientales del entorno. Las superficies irregulares tienden a retener partículas más eficazmente que las lisas, haciendo que estos rastros sean más difíciles de eliminar completamente.
Métodos de Recolección de Rastros
La recolección de pruebas es una tarea meticulosa que requiere precisión y cuidado. Las técnicas varían desde la simple recolección manual hasta métodos más sofisticados como el uso de cinta adhesiva para capturar fibras y pelos, o aspiradoras especiales que dividen la escena en cuadrículas para un análisis más detallado. Cada método tiene sus ventajas y limitaciones, pero todos buscan preservar la integridad y la localización exacta de las pruebas.
Análisis Forense Específico: Fibras, Cabellos y Vidrio
Fibras
Las fibras encontradas en las escenas de crimen pueden ser tanto naturales como sintéticas. Cada tipo tiene características únicas que ayudan a los investigadores a identificar su origen y posible transferencia entre la víctima y el sospechoso. Los métodos de análisis incluyen comparaciones visuales bajo microscopio y pruebas químicas para determinar la composición exacta de la fibra.
Cabello
El cabello humano se desprende naturalmente y puede proporcionar una rica fuente de información en una investigación criminal. El análisis del cabello puede revelar no solo su origen (humano o animal), sino también información sobre la dieta o el estado de salud del individuo. Los pelos pueden clasificarse según su ubicación en el cuerpo y las características específicas de su estructura.
Vidrio
El vidrio, debido a su uso común en ventanas y vehículos, a menudo se encuentra en escenas de crimen, especialmente en casos de allanamiento o accidentes vehiculares. Los fragmentos de vidrio pueden compararse para determinar si provienen de la misma fuente, usando técnicas que evalúan la densidad y el índice de refracción del material.
Análisis de Pintura en la Escena del Crimen
La pintura, como elemento comúnmente encontrado en vehículos y edificaciones, puede ser crucial en investigaciones de atropello y fuga o vandalismo. Los análisis pueden diferenciar entre tipos y marcas de pintura, incluso entre tonos que a simple vista parecen idénticos, gracias a la evaluación de su composición química y características físicas.
Conclusión
El estudio de los rastros en una escena del crimen es un pilar fundamental de la ciencia forense moderna. A través del meticuloso análisis de fibras, cabellos, vidrio y pintura, entre otros, los investigadores pueden reconstruir los eventos y vincular a los sospechosos con los crímenes. Este campo, aunque desafiante, es esencial para cerrar casos y proporcionar justicia. La continua evolución de las técnicas forenses promete aún más avances en la capacidad de los investigadores para «leer» las escenas del crimen y extraer la verdad oculta en los más mínimos detalles.
Trace Evidence. (s/f). Aboutforensics.co.uk. Recuperado el 10 de noviembre de 2021, de https://aboutforensics.co.uk/trace-evidence/