Perfilando al Asesino del Zodiaco

La serie de atroces crímenes del Asesino del Zodiaco, ocurridos hace más de cuatro décadas, sigue fascinando y horrorizando tanto al público como a los expertos. Este artículo tiene como objetivo construir un perfil psicológico del Asesino del Zodiaco basado en el análisis detallado de sus acciones, comportamientos y comunicaciones. Al examinar los incidentes, la victimología y las interacciones del asesino con las autoridades y los medios de comunicación, pretendemos ofrecer una comprensión integral de su configuración psicológica.

Los Crímenes y sus Víctimas

Asesinatos Iniciales

El primer ataque conocido del Asesino del Zodiaco ocurrió el 20 de diciembre de 1968, cerca de Vallejo, California. Los estudiantes de secundaria David Faraday, de 17 años, y Betty Lou Jensen, de 16, fueron asesinados a tiros mientras estaban en su primera cita. Las pruebas forenses, que incluían casquillos de balas calibre .22 y huellas de zapatos, indicaron un acto premeditado. David Faraday, un erudito y atleta, y Betty Lou Jensen, una estudiante aplicada, eran adolescentes estadounidenses típicos sin aparente conexión con su asesino.

Ataques Posteriores

El 4 de julio de 1969, Darlene Ferrin, de 22 años, y Michael Mageau, de 19, fueron tiroteados en su automóvil. A pesar de sobrevivir, los recuerdos inconsistentes de Mageau dificultaron la investigación. La posterior llamada del asesino a la policía, calmada y burlona, indicaba su deseo de controlar la narrativa. Su arma preferida, una Luger de 9 mm, difería del calibre .22 utilizado inicialmente, mostrando su versatilidad.

Perspectivas Psicológicas de las Cartas y Códigos

Las Comunicaciones del Zodiaco

En agosto de 1969, el Zodiaco envió cartas a tres periódicos del área de San Francisco, cada una conteniendo parte de un cifrado. Su uso de símbolos, incluidos signos astrológicos, reflejaba un intento complejo y deliberado de confundir e intrigar. El mensaje descifrado reveló su disfrute al matar y una creencia en una mórbida vida después de la muerte donde sus víctimas se convertirían en sus esclavos. Esta noción de matar como deporte y su desprecio por la vida humana indicaban una profunda psicopatía.

Simbolismo y Burlas

El uso del símbolo de la mira y las referencias astrológicas del Zodiaco sugerían una obsesión con el poder y el control, posiblemente vinculada a una autoimagen grandiosa. Sus cartas, a menudo burlonas y ridiculizando a la policía, demostraban una necesidad de reconocimiento y superioridad.

Patrones de Comportamiento y Selección de Víctimas

Métodos y Objetivos Variados

Los métodos del Zodiaco variaban desde disparos hasta apuñalamientos, como se vio en el ataque a Cecelia Ann Shepard y Bryan Hartnell en el lago Berryessa. Su meticulosa planificación, que incluía usar una linterna de bolígrafo para cegar a las víctimas y vestir una capucha de verdugo, apuntaba a un delincuente organizado. Su elección de parejas como objetivos, tales como los ataques a Faraday y Jensen, Ferrin y Mageau, y Shepard y Hartnell, sugería una posible envidia o resentimiento hacia las relaciones románticas.

Perfil del Asesino del Zodiaco

Las descripciones de los testigos y el análisis del comportamiento indican que el Zodiaco era probablemente un hombre blanco de finales de los veinte a principios de los treinta años, corpulento y agresivo. Su naturaleza meticulosa, el disfrute de burlarse de las autoridades y el uso de mensajes crípticos indican un alto nivel de inteligencia y astucia. Su deseo de notoriedad y control sobre la investigación refleja un trastorno de personalidad narcisista.

La Necesidad de Control del Asesino

Manipulando a las Autoridades y los Medios

Las interacciones del Zodiaco con los medios y la policía estaban calculadas para asegurar su dominio continuo en la narrativa. Sus cartas y cifrados detallados estaban diseñados para mantener al público y a las autoridades comprometidos y confundidos, una táctica conocida como «placer del engaño». Este comportamiento sugiere que obtenía una satisfacción significativa al burlar a sus perseguidores y observar sus esfuerzos infructuosos.

Emoción Psicológica de los Asesinatos

La emoción que el Zodiaco obtenía de sus asesinatos y la atención subsiguiente indicaban una profunda necesidad de validación. Su referencia a sí mismo como el «Zodiaco» y el uso de símbolos para firmar sus cartas sugieren una mitología autoconstruida, reforzando su sentido de invencibilidad e importancia.

Conclusión

El perfil psicológico del Asesino del Zodiaco se caracteriza por rasgos de psicopatía, narcisismo y una necesidad de control. Su enfoque metódico, junto con su disfrute del terror que infligía, pinta el cuadro de un individuo altamente inteligente pero profundamente perturbado. Entender la mente del Zodiaco no solo proporciona una visión de uno de los asesinos más enigmáticos de la historia, sino que también subraya las complejidades de la psicología criminal y el desafío persistente de perfilar a delincuentes tan esquivos.

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