Huellas latentes

La piel humana se compone de numerosas capas: la epidermis en la parte superior, seguida de las papilas, y luego la dermis. La forma y el patrón de las crestas en la superficie de la piel están determinados por las papilas dérmicas. Estas crestas, conocidas como minucias, se forman antes del nacimiento y permanecen con el individuo durante toda su vida. Cada cresta cutánea alberga una fila de poros por los que se libera el sudor. La combinación de estas crestas y el sudor es lo que hace que quede una huella dactilar cuando el dedo entra en contacto con una superficie.

Huellas dactilares

Las huellas dactilares, que son únicas para un individuo, están compuestas por un conjunto de bucles, espirales y arcos. Los bucles se caracterizan por líneas de cresta que entran por un lado del patrón, se curvan y salen por el mismo lado. Los verticilos se dividen en cuatro tipos: liso, verticilo central, verticilo doble y accidental. Los arcos se caracterizan por las líneas de cresta que entran en la impresión por un lado y salen por el otro. Hay cuatro bifurcaciones (divisiones) básicas en las huellas dactilares: donde se divide una cresta, donde termina una cresta, un lago y una cresta independiente.

Las huellas dactilares pueden ser visibles, plásticas o latentes. Las huellas visibles se dejan en una sustancia como la pintura o la sangre, claramente visible. Las huellas plásticas se dejan en algún tipo de superficie blanda, como masilla o pintura húmeda, y también son visibles. Sin embargo, las huellas latentes quedan en aceites corporales, y pueden requerir un tratamiento para ser visualizadas.

Tratamiento de las huellas

Es necesario tratar las huellas latentes a fin de mejorarlas para su recogida y comparación. Muchas formas de mejora de las huellas se basan en el hecho de que las huellas latentes contienen numerosos compuestos diferentes que reaccionan a determinadas pruebas. El método utilizado dependerá a menudo de la superficie sobre la que se ha dejado la huella, así como del entorno y las circunstancias. Las huellas en una superficie no absorbente, como el cristal, suelen mejorarse utilizando polvos o fumigación con superglue. Sin embargo, las impresiones sobre superficies blandas y porosas, como la tela, pueden requerir algún tipo de tratamiento químico.

La aplicación de polvo de aluminio es el método más común para revelar impresiones latentes. El fino polvo se aplica con un pincel, tras lo cual se adhiere a los residuos de transpiración y a los depósitos de aceite corporal, visualizando la huella.

El cepillo Magna puede utilizarse para aplicar el polvo sensible al magnetismo. Como el pincel no tiene cerdas, las posibilidades de que la huella se dañe se reducen considerablemente.

La ninhidrina, o hidrato de triketohidrino, es un compuesto que reacciona con los aminoácidos de la impresión para producir una coloración púrpura. Esta técnica es especialmente útil en superficies porosas como el papel, aunque no lo es en artículos húmedos o en superficies con acabado de seda.

El método de fumigación con yodo utiliza cristales de yodo que se vaporizan por sublimación cuando se calientan. Estos vapores se combinan con los componentes de la impresión latente, haciéndola visible. La huella revelada acabará desvaneciéndose, por lo que debe fotografiarse inmediatamente una vez que sea observable. El método de fumigación con superglue utiliza cianoacrilato de etilo o de metilo que, al fumigarse, produce un depósito blanco en la impresión latente. El superglue se coloca en una cámara cerrada con el objeto y se calienta, haciendo que el superglue se adhiera a la huella.

Cuando se levanta una huella mejorada, se debe aplicar cinta adhesiva a toda la huella y aplicar presión antes de levantarla con cuidado. El levantamiento debe ser suave y sin pausas.

Latent Prints. (s/f). Aboutforensics.co.uk. Recuperado el 10 de noviembre de 2021, de https://aboutforensics.co.uk/latent-prints/
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