La aparición de Internet ha dado lugar a un uso indiscriminado de la World Wide Web, sobre todo en las últimas décadas, en las que todo aquel que con mayor o menor conocimiento de las TIC’s puede disfrutarlo plenamente. Gran parte de nuestras vidas se ha ido trasladando poco a poco a Internet, hasta llegar a formar parte de la red. Y hemos podido comprobar que la delincuencia no ha sido una excepción y también ha pasado a un nuevo plano.
¿Qué son las evidencias digitales?
Al igual que en el mundo físico los delincuentes no son infalibles y dejan huellas que los relacionan con un crimen, en internet sucede lo mismo. Esto viene a conocerse como evidencias digitales, es decir, son pruebas digitales que consisten en cualquier información o dato de valor para una investigación que ha sido almacenada, recibida o transmitida mediante un dispositivo electrónico. Por ejemplo, los mensajes de texto, los correos electrónicos, las imágenes y los vídeos, y las búsquedas en Internet son algunos de los tipos más comunes de pruebas digitales, pero no son los únicos, los metadatos, los sensores de los dispositivos, los sistemas de identificación como el patrón, la huella digital o el reconocimiento facial, se encuentran entre otros muchos que ni siquiera imaginamos. Esto ayuda al investigador a aclarar la intención del crimen, el lugar y la hora, la autoría del delito, la relación entre el delincuente y víctima, y del delincuente con otros sospechosos. Algunos de los delitos que pueden ser rastreados por medio de las evidencias digitales son las intrusiones informáticas, fraude, robo de propiedad intelectual, pornografía infantil, acoso en la red (stalking), acoso sexual y también crímenes violentos.

Entre las ventajas de contar con evidencias digitales encontramos que:
- Podemos hacer copias exactas de las mismas y después trabajar sobre ellas como si fueran las originales para evitar dañar las copias genuinas.
- Con las herramientas adecuadas es fácil saber si los archivos han podido ser modificados o manipulados comparándolos con las copias originales.
- Son difíciles de eliminar de manera permanente, aunque se hayan eliminado y se haga un formateo del disco duro pueden ser recuperadas.
- Aunque lo archivos originales puedan ser destruidos es posible que queden copias o restos de información en lugares de los que no se tenía sospecha.
¿Qué nos puede aportar esto?
- Saber si hay uno o varios delincuentes y si se ha cometido uno o varios delitos.
- Obtener características probables de los delincuentes que ayuden a su identificación.
- Establecer un grupo reducido de posibles sospechosos en base a la destreza informática del delincuente, la facilidad de acceder a determinada víctima u objetivo, y otras características técnicas.
- Conocer la motivación del delincuente
- Revelar el modus operandi y la firma para detectar comportamientos relacionados.
- Evaluar la peligrosidad del delincuente.
- Encontrar otras fuentes de pruebas adicionales.
La importancia de una investigación conjunta
La investigación de evidencias digitales no está desligada de una investigación tradicional, al contrario, es necesario que los investigadores tengan la habilidad de seguir el rastro cibernético para establecer las conexiones que deja con el mundo real. En definitiva es el esfuerzo conjuntos de profesionales de diferentes áreas el que hace posible construir un caso con pruebas solidas y llevar al infractor ante la justicia.