El debate académico y profesional en torno a las causas de la delincuencia juvenil continúa siendo un tema de gran relevancia. Mientras algunos sostienen que la naturaleza intrínseca de ciertos individuos, identificables desde temprana edad por su comportamiento incontrolable, los predispone a convertirse en delincuentes a lo largo de su vida, otros argumentos se centran en un cambio notable en el comportamiento que ocurre al final de la adolescencia. Durante este período, muchos jóvenes muestran una disminución en su conducta impulsiva y un notable incremento en el autocontrol, marcando un desistimiento en sus actividades delictivas.
La infancia es a menudo vista como una etapa de desarrollo donde el autocontrol no está completamente desarrollado, lo que conduce a impulsos que pueden resultar en comportamientos inapropiados o actos delictivos. Durante este período crítico que abarca hasta la adolescencia, la influencia de padres, educadores y otros adultos es fundamental para enseñar a los niños a manejar estos impulsos mediante el fortalecimiento de controles internos y habilidades para enfrentar los desafíos de la vida.
Factores de Riesgo Asociados a la Delincuencia Juvenil
- Tensión y Rechazo Familiar: El rechazo parental, caracterizado por un bajo afecto y soporte, junto con hostilidad manifiesta, puede fomentar conductas delictivas.
- Discriminación y Marginación: Las experiencias de discriminación por raza, género, orientación sexual o creencias religiosas incrementan la frustración y la ira, factores que pueden desencadenar delitos.
- Entornos Desfavorables: Vivir en comunidades con escasos recursos económicos y bajo supervisión puede aumentar la delincuencia juvenil.
- Negativas Experiencias Académicas y Sociales: Malas relaciones con profesores, bajo rendimiento académico y abuso por parte de compañeros son catalizadores significativos del comportamiento delictivo.
- Abuso y Negligencia: El maltrato infantil y la negligencia son poderosos predictores de futura conducta delictiva.
Programas de Prevención de la Delincuencia Juvenil
- Prevención Temprana del Desarrollo: Identificación y eliminación temprana de factores de riesgo a través de programas educativos y de apoyo familiar.
- Seguridad Física en las Escuelas: Aunque común, la efectividad de medidas como detectores de metales es discutible.
- Educación y Formación en Habilidades para la Vida: Programas centrados en el desarrollo de habilidades sociales, autocontrol, y resolución de conflictos.
- Iniciativas contra el Acoso Escolar: Establecimiento de normas claras y formación para prevenir y responder al acoso.
- Policía y Comunidad: Colaboración entre las escuelas y la policía para mejorar la seguridad y el entendimiento mutuo.
- Iniciativas de Actuación en Vecindarios: Cambios en las leyes y políticas, movilización comunitaria y vigilancia vecinal para reducir la delincuencia.
Conclusión
La delincuencia juvenil es un fenómeno multifacético que requiere un enfoque holístico para su prevención. Comprendiendo las causas subyacentes y implementando estrategias proactivas en las etapas tempranas de la vida de los individuos, es posible mitigar significativamente los factores de riesgo y promover un desarrollo saludable y productivo de los jóvenes.
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