Trata de personas

La trata de personas es una forma de esclavitud. Ocurre cuando una persona es forzada o engañada para trabajar en condiciones peligrosas e ilegales o para tener contacto sexual con otros en contra de su voluntad. Una persona víctima de la trata puede ser drogada, encerrada, golpeada, u obligada a pasar hambre o a trabajar durante muchas horas al día. Como resultado, las víctimas quedan atrapadas y temen marcharse por múltiples razones, como el trauma psicológico, la vergüenza, el apego emocional o las amenazas físicas a sí mismas o a su familia. Las niñas y las mujeres son las víctimas más comunes del tráfico sexual, un tipo de trata de personas.

La trata de personas es el negocio de robar la libertad para obtener beneficios. En algunos casos, los traficantes engañan, estafan o fuerzan físicamente a las víctimas para que ofrezcan sexo comercial. En otros, se miente a las víctimas, se las agrede, se las amenaza o se las manipula para que trabajen en condiciones inhumanas, ilegales o inaceptables. Es una industria criminal multimillonaria que niega la libertad a 24,9 millones de personas en todo el mundo.

Los explotadores de la trata de seres humanos incluyen una amplia gama de delincuentes y empresas criminales que organizan, implementan y se benefician de la trata de seres humanos. Los traficantes se apoyan a menudo en facilitadores para llevar a cabo su negocio: personas y entidades -tanto legales como ilegales- que proporcionan bienes y servicios a los explotadores, lo que hace posible y rentable la trata de personas.

Según la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), la mejor manera de concebir la trata es «como un proceso más que como un único delito, un proceso que implica diferentes etapas o nodos por los que pasan las víctimas y que implica a diferentes personas en cada etapa del proceso».

Modus operandi

  1. Reclutamiento – Secuestro: Las víctimas son reclutadas para la esclavitud mediante el fraude, la fuerza o la coacción. Los explotadores suelen atraer a las víctimas con la promesa de una vida mejor, por ejemplo con garantías de empleo, educación o viajes. Para la captación, los explotadores suelen utilizar agencias de empleo y de viajes, o contactos familiares y de amistad. Otros explotadores utilizan la fuerza o la coacción, secuestrando a las víctimas directamente o amenazando a las víctimas o a sus familias con hacerles daño si no acceden.
  2. Traslado y trasporte al punto de explotación: Una vez que la víctima es reclutada o secuestrada, suele ser trasladada desde el punto de reclutamiento o secuestro a un destino donde será explotada laboral o sexualmente. Este traslado puede ser a través de la ciudad, dentro de las fronteras de un país, o a través de las fronteras, y puede tener lugar por tierra, mar o aire. En algunos casos, las víctimas también son transportadas como carga, normalmente en camión o barco. Aunque el término «trata» sugiere movimiento, una víctima puede ser objeto de trata para realizar trabajos forzados sin ni siquiera salir de su propia casa.
  3. Explotación: Por último, las víctimas llegan al lugar donde se producirá su explotación, ya sea para el comercio sexual o laboral. La explotación de seres humanos puede tener lugar en cualquier mercado en el que haya demanda de sexo comercial o de mano de obra barata: las víctimas suelen ser explotadas en la industria agrícola, los hogares, los salones de belleza, los salones de manicura, las empresas de limpieza, los restaurantes, etc.

Sus causas principales

  • Pobreza: Puede llevar a las personas a convertirse en traficantes; puede llevar a los padres a vender a sus hijos u otros miembros de la familia a la esclavitud. Las personas en situación de pobreza son el objetivo de los traficantes, que les ofrecen una forma de ganar dinero cuando, en realidad, no ganarán nada y serán tratados como esclavos.
  • Falta de formación: La falta de educación puede llevar a una disminución de las oportunidades de trabajo con un salario digno, y también puede llevar a un menor conocimiento de los derechos. Ambos resultados pueden hacer que las personas sean más vulnerables a la trata de personas.
  • Demanda de mano de obra barata y/o demanda de sexo: Los traficantes pueden obtener grandes beneficios produciendo bienes y servicios con mano de obra barata o gratuita y vendiendo los productos o servicios a un precio mayor. El sexo comercializado es un mercado lucrativo que permite a los traficantes y a los proxenetas convertirse en los únicos beneficiarios de sus víctimas a través de un ciclo interminable de compradores y precios elevados.
  • Ausencia de derechos humanos para los grupos vulnerables: Los traficantes pueden aprovecharse de estos grupos marginados porque carecen de la protección de las fuerzas del orden, de sus familias e incluso de la sociedad en la que viven. Además, cuando los países carecen de leyes fundamentales en materia de derechos humanos, los traficantes sienten que pueden salirse con la suya más fácilmente.
  • Falta de oportunidades económicas legítimas: Los grupos especialmente vulnerables en este ámbito son los emigrantes sin permiso de trabajo, los que carecen de educación, los que viven en zonas rurales donde hay menos puestos de trabajo disponibles, así como las mujeres y ciertos grupos étnicos que no pueden conseguir trabajo debido a la discriminación. Los traficantes ofrecen trabajos aparentemente legítimos a personas que no pueden conseguirlos de otro modo, sólo para atraerlas a trabajos forzados, tráfico sexual, trabajo en régimen de servidumbre, etc.
  • Factores sociales y prácticas culturales: En muchos países, las prácticas culturales y los factores sociales son una de las principales causas de la trata de personas. En algunos lugares, el trabajo en régimen de servidumbre se considera una forma aceptable de pagar las deudas. En otros lugares, la venta de niños a los traficantes es la norma, especialmente para las familias más pobres de las zonas rurales.
  • Conflictos y desastres naturales: En las zonas de conflicto y en las guerras, algunos grupos rebeldes o militares utilizan niños soldados y mantienen esclavos sexuales. Además, tanto los conflictos como las catástrofes naturales pueden llevar a las personas a emigrar fuera de sus ciudades y países de origen, haciéndolas más vulnerables a los traficantes, especialmente si buscan trabajo o pagan a contrabandistas para llegar a su destino. Y con el aumento de la inestabilidad económica, los traficantes tienen la oportunidad de ofrecer falsas ofertas de trabajo a las personas, llevándolas a situaciones de trata.
  • La trata genera un gran beneficio: Para los traficantes que utilizan trabajadores forzados y en régimen de servidumbre, obtienen mano de obra barata y pueden vender su producto o servicio a un coste mucho mayor. Para los que utilizan el tráfico sexual, pueden quedarse fácilmente con todo el beneficio, obligando a las mujeres a ganar una determinada cantidad cada noche, y manteniéndolas en esa situación mediante drogas, fuerza violenta, amenazas, etc.
  • Falta de opciones de migración segura: Las personas que desean emigrar fuera de sus países de origen por motivos de seguridad u oportunidades económicas son especialmente vulnerables a los traficantes. Y en el caso de los inmigrantes que buscan trabajo en otros países, los traficantes suelen ofrecerles oportunidades de trabajo que parecen legítimas, sólo para obligarles a entrar en una situación de trata.
  • Traficantes: Aunque muchos de estos factores pueden influir en las razones por las que los traficantes se meten en el negocio, siguen tomando la decisión deliberada de esclavizar a las personas en contra de su voluntad, ya sea por el beneficio o por la creencia de que ciertas personas valen menos o por un sistema de abusos y delitos en el que se han criado. La trata existe, en última instancia, porque las personas están dispuestas a explotar a otras en situaciones de trata.

Organismos oficiales contra el tráfico de personas

Denunciar es la única manera de ayudar a las víctimas de trata.

Policía Nacional:

  • Teléfono: 900 10 50 90
  • Email: trata@policia.es

APRAMP

  • Teléfono: +34 915 303 287
  • Email: apramp@apramp.org
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