La disuasión del delito

En el ámbito de la justicia penal, las estrategias de disuasión e incapacitación juegan roles cruciales pero distintos en la prevención del crimen. La incapacitación se refiere al efecto de prevenir el crimen mediante el encarcelamiento de delincuentes, asegurando que estén físicamente impedidos de cometer más delitos. Por otro lado, la disuasión busca prevenir el crimen a través del temor a las consecuencias legales, como el encarcelamiento, disuadiendo a los potenciales delincuentes de cometer delitos en primer lugar.

Este análisis se apoya en el influyente ensayo de 2013 de Daniel S. Nagin, “La disuasión en el siglo XXI”, donde se ofrece una revisión exhaustiva del estado actual de la teoría y la evidencia empírica sobre la disuasión, con un contexto adicional proporcionado por el National Institute of Justice.

Cinco Ideas Fundamentales sobre Disuasión y Incapacitación

  1. La Importancia de la Certeza sobre la Severidad del Castigo: La investigación demuestra que la probabilidad de ser atrapado es un disuasivo significativamente más potente que la severidad del castigo. Los esfuerzos para aumentar la presencia policial y mejorar las técnicas de detección son cruciales para fortalecer este aspecto de la disuasión.
  2. Ineficacia de las Penas Largas en la Prevención del Crimen: Aunque las prisiones son efectivas para mantener a los criminales alejados de la sociedad, las penas de prisión prolongadas tienen un impacto limitado en la prevención de futuros delitos. De hecho, el entorno carcelario puede facilitar la adquisición de conductas delictivas más sofisticadas entre los reclusos.
  3. El Rol de la Policía en la Percepción de Certeza de Captura: Las estrategias policiales que aumentan la visibilidad de las consecuencias de los delitos, como la vigilancia en puntos calientes y la rápida respuesta a los incidentes, son particularmente efectivas para disuadir el crimen.
  4. Ineficacia de Aumentar la Severidad de las Penas: Aumentar la severidad de las penas no tiene un efecto disuasorio significativo en la conducta criminal, en parte porque muchos delincuentes no están bien informados sobre las sanciones específicas de los delitos.
  5. Ineficacia de la Pena de Muerte como Disuasivo: Investigaciones conducidas por la Academia Nacional de Ciencias indican que no hay evidencia concluyente que demuestre que la pena de muerte tenga un efecto disuasorio sobre las tasas de homicidio.

Certeza vs. Severidad en la Disuasión

El debate entre certeza y severidad revela que la certeza de ser atrapado tiene un impacto mucho mayor en la disuasión que la severidad del castigo. Actuaciones policiales efectivas que resulten en sanciones rápidas y seguras son preferibles y más efectivas que el mero incremento de la severidad de las penas. Además, se evidencia que incrementar la probabilidad de condena o de encarcelamiento no necesariamente fortalece el efecto disuasorio.

Conclusión

La clave para una estrategia efectiva de disuasión no reside en la severidad de las penas, sino en la certeza y rapidez de las consecuencias legales. Este enfoque no solo es más eficaz para prevenir el crimen, sino que también es más sostenible desde una perspectiva social y económica.

Five things about deterrence. (s/f). Ojp.gov. Recuperado el 21 de septiembre de 2021, de https://nij.ojp.gov/topics/articles/five-things-about-deterrence

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