Inteligencia criminal

¿Qué podemos entender por Inteligencia Criminal?

La inteligencia criminal se caracteriza por abordar el análisis y la interpretación de un asunto o una situación desde un enfoque multidisciplinar, la integración de la información de todas las fuentes, y su procesamiento por un equipo de profesionales.

No reacciona a la comisión de un delito como ocurre con la investigación criminal, pero opera en de manera constante sobre cualquier individuo, actividad u organización que pueda convertirse en una amenaza futura o sea un riesgo para la seguridad. La inteligencia criminal tiene un claro carácter preventivo, trata de aportar conocimientos que permitan a las autoridades anticipar y neutralizar o disuadir las amenazas.

La inteligencia criminal no persigue esencialmente la resolución de un crimen, sino que opera en las situaciones de amenaza, riesgo y predicción. Esto no significa que, en determinadas circunstancias, no sea empleada para ayudar a llevar a cabo una operación policial para la neutralización efectiva de la amenaza criminal, o bien en el desarrollo del análisis de la inteligencia pueden aparecer elementos que sean susceptibles de utilizarse como pruebas en un contexto judicial.

La inteligencia criminal, por lo tanto, no establece sus prioridades y objetivos en función del tipo o volumen de los delitos. Responde a los intereses y objetivos previamente establecidos por el responsable de la toma de decisiones, que como consumidor de inteligencia define previamente el contenido del producto de inteligencia en relación con sus necesidades.

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