Nitazenos: opioides sintéticos más potentes que el fentanilo

La aparición y el impacto de los nitazenos en el mercado de las drogas ilícitas

Los nitazenos, una clase de opiáceos sintéticos, se desarrollaron originalmente en la década de 1950 con la intención de ser utilizados como analgésicos. Sin embargo, nunca recibieron la aprobación para su comercialización debido a diversas razones, entre ellas su potencia extremadamente alta y su potencial de abuso. A pesar de su desarrollo inicial hace décadas, los nitazenos permanecieron en gran medida desconocidos fuera de la investigación académica hasta hace poco, cuando empezaron a aparecer en el suministro de drogas ilícitas. Su resurgimiento es preocupante debido a su potencia, que es significativamente superior a la de muchos opioides, incluida la morfina, e incluso el fentanilo, lo que los convierte en un problema de salud pública.

Propiedades químicas y farmacológicas de los nitazenos

Químicamente, los nitazenos se caracterizan por su estructura de benzimidazol, que los diferencia de la estructura de fenantreno de la morfina y de la estructura de piperidina del fentanilo. Esta estructura única contribuye a su gran afinidad por el receptor µ-opioide, lo que provoca potentes efectos analgésicos y psicoactivos. El compuesto más conocido de esta clase, el isotonitazeno, ejemplifica las propiedades generales del grupo, incluida su elevada potencia y selectividad por el receptor µ-opioide.

Farmacológicamente, los nitazenos actúan como agonistas del receptor µ-opioide, de forma similar a otros opioides pero con una potencia significativamente mayor. Esta interacción induce una analgesia profunda, euforia y, a dosis más altas, depresión respiratoria, que puede conducir a sobredosis mortales. La farmacodinámica de los nitazenos, incluida su afinidad de unión a los receptores y su eficacia, contribuye a su peligroso perfil, especialmente cuando se utilizan sin supervisión médica.

Diferencias entre los nitazenos y el fentanilo

Aunque tanto los nitazenos como el fentanilo son opioides sintéticos potentes, los nitazenos suelen ser mucho más potentes que el fentanilo, siendo algunos análogos decenas o cientos de veces más potentes. Esta mayor potencia significa que incluso pequeñas dosis pueden provocar una depresión respiratoria grave y una sobredosis. Además, los perfiles farmacocinéticos de los nitazenos, incluidos su metabolismo y eliminación, no se conocen tan bien como los del fentanilo, lo que añade un nivel adicional de riesgo debido a los efectos impredecibles y a las posibles interacciones con otras sustancias.

Posibles problemas derivados del uso de nitazenos en Europa y Norteamérica

La aparición de los nitazenos en los mercados de drogas ilícitas de Europa y Norteamérica ha provocado una serie de problemas de salud pública. La principal preocupación es el aumento de la incidencia de muertes por sobredosis atribuidas a su consumo, a menudo en combinación con otros opioides como el fentanilo. La naturaleza clandestina de su fabricación y distribución complica los esfuerzos para vigilar y controlar su propagación. Además, la falta de concienciación entre los consumidores sobre la potencia y los riesgos asociados a los nitazenos contribuye a las sobredosis accidentales. La presencia de nitazenos en la oferta de drogas callejeras también complica las estrategias de tratamiento de las sobredosis, ya que los agentes de reversión de opiáceos habituales, como la naloxona, pueden ser menos eficaces.

Estrategias de salud pública para abordar los problemas relacionados con los nitazenos

Para mitigar los riesgos asociados a los nitazenos se necesitan estrategias globales de salud pública. Éstas deben incluir

  • Mayor vigilancia y regulación: Vigilancia de la presencia de nitazenos en el suministro de medicamentos y aplicación de normativas para controlar su distribución.
  • Campañas de educación pública: Informar al público, especialmente a los consumidores de drogas, sobre los riesgos de los nitazenos y cómo reconocer y responder a las sobredosis.
  • Formación de profesionales sanitarios: Educar a los profesionales médicos y a los primeros intervinientes en la identificación y el tratamiento de las sobredosis de nitazeno, incluida la posible necesidad de dosis más altas de naloxona.
  • Investigación y desarrollo: Fomentar el estudio de los nitazenos para comprender mejor su farmacología y desarrollar estrategias de tratamiento y reversión más eficaces.
  • Servicios de apoyo y tratamiento: Ampliar el acceso a los servicios de tratamiento de adicciones y a los programas de reducción de daños para apoyar a las personas que luchan contra los trastornos por consumo de sustancias.

Conclusión

La reaparición de los nitazenos en el mercado de las drogas ilegales plantea importantes retos para la salud pública en Europa y Norteamérica. Su elevada potencia y la falta de concienciación pública y profesional sobre estas sustancias amplifican los riesgos de sobredosis y muerte. Abordar este problema requiere un enfoque polifacético que incluya una mayor vigilancia, educación pública, formación profesional y un aumento de la investigación, junto con la ampliación de los servicios de tratamiento y reducción de daños. Sólo mediante un esfuerzo concertado se podrán mitigar los peligros que plantean los nitazenos, protegiendo a las comunidades del impacto devastador de estos potentes opioides.

Pergolizzi, J., Jr, Raffa, R., LeQuang, J. A. K., Breve, F., & Varrassi, G. (2023). Old drugs and new challenges: A narrative review of nitazenes. Cureus15(6). https://doi.org/10.7759/cureus.40736