La criminología, como campo de estudio, ha sido objeto de debate en cuanto a su origen y desarrollo a lo largo del tiempo. La falta de consenso en la doctrina respecto al surgimiento de la criminología según estándares científicos se debe a la diversidad de criterios e informes que intentan situarla en el tiempo y el espacio. En el contexto contemporáneo, la criminología ha experimentado una evolución prolongada, caracterizada a menudo por conflictos teóricos irreconciliables, conocidos como «disputas de escuelas». A pesar de la existencia reciente de la criminología como ciencia autónoma, es innegable su extenso pasado y su fase pre-científica. Para delimitar este período pre-científico, es crucial determinar el momento en que la criminología adquirió el estatus de ciencia autónoma.
Numerosos estudiosos señalan a Cesare Lombroso como el fundador de la criminología moderna, destacando la publicación de su obra «El hombre delincuente» en 1876. Sin embargo, otros atribuyen este mérito a figuras como el antropólogo francés Paul Topinard, quien habría empleado por primera vez el término «criminología» en 1879, o a Rafael Garófalo, quien lo utilizó en 1885. Además, se argumenta que la Escuela Clásica, encabezada por Francesco Carrara, sentó las bases del pensamiento criminológico con su Programa de Derecho Penal en 1859. Es relevante destacar que el pensamiento de la Escuela Clásica, influenciado por las ideas liberales y humanistas de Cesare Bonesana, el marqués de Beccaria, emergió en la segunda mitad del siglo XIX.
Desde una perspectiva no biológica, Adolphe Quetelet, miembro destacado de la Escuela Cartográfica, realizó contribuciones significativas a la criminología temprana con su análisis estadístico de la delincuencia, incluidos los estudios pioneros sobre las «cifras negras de criminalidad». Alphonse Bertillon, por su parte, fue un criminólogo y policía francés que estableció el primer laboratorio de identificación criminal basado en la antropometría judicial. Su sistema, conocido como sistema Bertillon, se convirtió en un método de identificación ampliamente adoptado en Europa y Estados Unidos hasta el año 1970.
El sistema de Bertillon fue sucedido por el sistema dactiloscópico argentino de identificación, desarrollado por Juan Vucetich, considerado el padre de la Dactiloscopia. Esta transición marca un hito en la evolución de las técnicas de identificación criminal.
En resumen, la criminología ha experimentado un desarrollo complejo y diverso a lo largo de la historia, influenciado por una variedad de pensadores y corrientes de pensamiento. La discusión sobre el origen de la criminología moderna refleja la riqueza y la complejidad de este campo de estudio, así como su continua evolución en respuesta a los desafíos contemporáneos.