La inusual motivación tras el crimen de Jung Yoo-jung

El caso de Jung Yoo-jung, una joven de 23 años acusada de asesinar a una veinteañera en Busan, ha desconcertado a los expertos por su comportamiento inusualmente tranquilo durante y después del crimen. El profesor de psicología forense Lee Soo-jung señaló que es típico que las personas, incluso las que tienen tendencias criminales, experimenten pánico y terror después de cometer un asesinato. Sin embargo, el comportamiento de Jung, que incluyó sacar una maleta de su casa para transportar el cadáver de la víctima, no mostró signos de pánico u horror, lo que lo convierte en un caso muy inusual.

Jung Yoo-jung conoció a la víctima, estudiante universitaria y tutora autónoma, a través de una aplicación de tutoría. Utilizando una identidad falsa como padre, Jung se puso en contacto con la víctima y le pidió clases de inglés para su hijo ficticio. Para llevar a cabo el delito, Jung compró un uniforme escolar, se disfrazó de estudiante y visitó el domicilio de la víctima. Las grabaciones de las cámaras de seguridad mostraron a Jung llevando una maleta al domicilio de la víctima, que posteriormente utilizó para transportar y deshacerse de las partes del cuerpo de la víctima.

Un aspecto fascinante del caso es la motivación de Jung. Lee especula con que Jung admiraba y deseaba lo que tenía la víctima, incluido el estatus social y la formación académica. Esto pudo llevar a Jung a elegir a la víctima e incluso a conservar su carné de identidad tras deshacerse del cadáver. La prestigiosa formación universitaria de la víctima pudo influir en la selección de Jung.

El estilo de vida aislado y antisocial de Jung se considera una posible influencia en el crimen. Bae Sang-hoon, experto en perfiles criminales, sugiere que la psicopatía de Jung pudo surgir durante su prolongado aislamiento tras acabar el instituto. Al vivir sin trabajo durante cinco años, Jung pudo haber tenido problemas para distinguir la realidad del mundo virtual de asesinatos al que estaba expuesta, posiblemente influida por novelas y programas de televisión sobre el tema.

Jung negó inicialmente la acusación de asesinato, pero cambió su declaración cuando aparecieron pruebas, como imágenes de circuito cerrado de televisión, equipaje manchado de sangre y el carné de identidad de la víctima. La policía descubrió partes del cuerpo de la víctima cerca del río Nakdong y los restos restantes en casa de Jung. Jung confesó finalmente el crimen tras ser persuadida por su familia y la policía.

Jung fue detenida el 27 de mayo después de que un taxista informara de que la había visto llevando una maleta manchada de sangre cerca del río Nakdong. A pesar de pedir disculpas a la familia de la víctima y admitir que estaba «fuera de sí», Jung no había sido diagnosticada ni tratada por ningún trastorno psiquiátrico.

El caso plantea interrogantes sobre la intersección del aislamiento, la psicopatía y la fascinación por el crimen como factores que contribuyen a que se produzcan sucesos tan espeluznantes. La calma de Jung a lo largo del juicio añade una capa de complejidad, desafiando las expectativas tradicionales sobre las respuestas emocionales tras un acto atroz.