Enfoque neerlandés de la eutanasia y el suicidio asistido

La eutanasia y el suicidio asistido representan intersecciones críticas entre la ética médica, los derechos individuales y los límites legales. En los Países Bajos, la Ley sobre la interrupción de la vida a petición del paciente y el suicidio asistido establece criterios específicos en virtud de los cuales los médicos pueden practicar legalmente la eutanasia o prestar asistencia al suicidio, lo que distingue el enfoque neerlandés dentro de un contexto mundial. Este ensayo explora las complejidades y los debates en torno a estas prácticas, centrándose en el impacto del modelo holandés sobre la autonomía del paciente y los valores sociales.

Perspectivas éticas y filosóficas

El debate entre la autodeterminación individual y la ética social es fundamental para entender la eutanasia y el suicidio asistido. Críticos como Herman de Dijn argumentan en contra de la priorización de la autonomía, sugiriendo que tales leyes transmiten un mensaje de devaluación de ciertas vidas. Por el contrario, sus defensores hacen hincapié en el alivio del sufrimiento insoportable como imperativo moral. Esta dicotomía subraya la naturaleza subjetiva del «sufrimiento insoportable», un concepto en el centro de las deliberaciones tanto legislativas como éticas.

Evaluación legislativa y críticas

El criterio del sufrimiento «duradero e insoportable» es especialmente polémico, dada su valoración subjetiva y la exclusión del sufrimiento existencial de la consideración jurídica. Esta omisión se vuelve problemática a medida que la demografía de la sociedad se desplaza hacia una población de edad avanzada, con un número creciente de personas que expresan su deseo de eutanasia por motivos no médicos, como la pérdida de dignidad percibida. La legislación actual no aborda estos casos adecuadamente, como demuestran los casos concretos en los que se han puesto de manifiesto las limitaciones de la ley.

La Ley neerlandesa de Extinción de la Vida a Petición y Suicidio Asistido, enraizada en los artículos 293 y 294 del Código Penal neerlandés, establece un marco jurídico que permite la eutanasia y el suicidio asistido en condiciones estrictas. Aunque pionera, esta legislación se enfrenta a un importante escrutinio por su tratamiento de complejos dilemas éticos y médicos, en particular en relación con el sufrimiento «duradero e insoportable» y la exclusión del sufrimiento existencial de los criterios legales de eutanasia.

Crítica al criterio del sufrimiento «duradero e insoportable»

  • Subjetividad y medicalización del sufrimiento: El criterio central para la eutanasia -el sufrimiento «duradero e insoportable»- es inherentemente subjetivo, difícil de objetivar y se evalúa predominantemente en un contexto médico. Esta medicalización del sufrimiento limita el alcance de la eutanasia legal a los casos con diagnósticos médicos claros, excluyendo a quienes sufren circunstancias vitales o angustia existencial que no pueden clasificarse claramente como afecciones médicas.
  • Exclusión del sufrimiento no médico: El hecho de que la legislación neerlandesa se centre en criterios médicos para la eutanasia margina inadvertidamente a las personas que experimentan un profundo sufrimiento existencial. Estas personas, que pueden percibir su calidad de vida como irremediablemente disminuida por factores no clasificados como enfermedades médicas (como un profundo desgaste vital o la pérdida de la dignidad personal), se encuentran fuera del ámbito de la ley, sin recursos legales para solicitar la eutanasia o el suicidio asistido.
  • Jurisprudencia y desafíos a la interpretación judicial: Varios casos han puesto a prueba los límites del criterio del sufrimiento «duradero e insoportable», revelando incoherencias y desafíos interpretativos. Por ejemplo, el caso en el que un médico generalista asistió el suicidio de un paciente sin un diagnóstico médico claro de sufrimiento «duradero e insoportable» dio lugar a un debate jurídico que puso de manifiesto las limitaciones de la ley a la hora de abordar el sufrimiento no médico.

La cuestión del sufrimiento no médico (existencial)

  • Reconocimiento y evaluación: El sufrimiento existencial, caracterizado por factores como la pérdida de autonomía, dignidad o miedo a la dependencia, suele motivar las solicitudes de eutanasia. Sin embargo, la estructura actual de la ley no aborda adecuadamente este tipo de sufrimiento, ya que no encaja en el modelo médico de evaluación que exige la legislación.
  • Directrices del Tribunal Supremo y competencia profesional: El Tribunal Supremo neerlandés ha reconocido la complejidad de evaluar el sufrimiento no causado por afecciones somáticas o psiquiátricas, pero también ha subrayado que tales evaluaciones pueden quedar fuera de la competencia profesional de un médico. Este reconocimiento señala una laguna importante en la legislación, que no ofrece orientaciones claras sobre el tratamiento de los casos de sufrimiento existencial.
  • Sensibilidades políticas y sociales: Iniciativas como la «vida acabada» («Burgerinitiatief voltooid leven») y las propuestas de ley destinadas a abordar los deseos de las personas que sienten que su vida está acabada reflejan la creciente sensibilización pública y política. Sin embargo, estas iniciativas también ponen de manifiesto lo delicado y complejo que resulta ampliar la legislación sobre la eutanasia para incluir motivos no médicos para buscar la muerte, lo que pone de relieve un debate social que está lejos de resolverse.

Hacia una reforma legislativa

  • Inclusión del sufrimiento no médico: Para hacer frente a las críticas es necesario introducir reformas legislativas que amplíen la definición de «sufrimiento insoportable» para incluir las condiciones existenciales, garantizando que las personas que experimentan un profundo desgaste vital o pérdida de dignidad puedan acceder a la eutanasia o al suicidio asistido dentro de un marco regulado.
  • Modelos de evaluación interdisciplinarios: Las propuestas de reforma sugieren implicar tanto a profesionales médicos como a expertos no médicos (como especialistas en ética o psicólogos) en la evaluación de las solicitudes de eutanasia. Este enfoque garantizaría una evaluación exhaustiva del estado del paciente, reconociendo que las raíces del sufrimiento pueden extenderse más allá del ámbito médico.
  • Garantías jurídicas y supervisión ética: Cualquier reforma legislativa debe equilibrar un acceso más amplio a la eutanasia con salvaguardias estrictas para evitar abusos. Este equilibrio podría lograrse mediante procesos rigurosos de revisión de casos, asesoramiento obligatorio y comités de supervisión ética encargados de evaluar la validez y voluntariedad de cada solicitud de eutanasia.

Hacia una solución

Abordar las deficiencias del modelo neerlandés requiere una reforma legislativa, concretamente la modificación del artículo 294, sección 2, del Código Penal neerlandés para incluir potencialmente a los no médicos en el proceso. Este enfoque reconoce la complejidad del sufrimiento existencial y la insuficiencia de una evaluación exclusivamente médica. La propuesta de implicar a profesionales médicos y no médicos en la evaluación de las solicitudes de suicidio asistido ofrece una vía matizada para dar cabida a quienes sufren por la propia vida.

Conclusión

El enfoque neerlandés de la eutanasia y el suicidio asistido refleja una lucha constante por equilibrar el respeto a la autonomía individual con consideraciones éticas y sociales más amplias. Aunque el modelo sienta un precedente en la legalización y regulación de estas prácticas, también revela importantes lagunas, sobre todo a la hora de abordar el sufrimiento no médico. Las futuras reformas deberán navegar por estos complejos terrenos éticos, garantizando que el derecho a morir abarque una comprensión compasiva e integral del sufrimiento humano.

Doomen J (2018) The Medical Monopoly on Assisted Suicide. J Psychiatry Depress Anxiety 4: 014.

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