Entomotoxicología forense

Entomotoxicología y la detección de xenobióticos

Hasta ahora, el término entomotoxicología sólo se ha utilizado en las ciencias médico-legales. Sin embargo, la entomotoxicología en su conjunto tiene un alcance mucho más amplio y la entomotoxicología forense es sólo una de sus ramas. Sobre la base de la literatura se presenta una definición más amplia del término. En la actualidad, podemos distinguir dos grandes ramas de la entomotoxicología: 1) la entomotoxicología forense, que utiliza los insectos como prueba de la presencia de xenobióticos en tejidos en descomposición durante una investigación, y 2) la entomotoxicología ambiental, que utiliza los insectos como bioindicadores de la contaminación ambiental en circunstancias no delictivas.

En la entomología forense, los insectos se utilizan para la detección de xenobióticos desde hace unos 40 años. La entomotoxicología forense es, por tanto, una rama relativamente nueva de la entomotoxicología. La entomotoxicología forense se centra principalmente en la determinación de los efectos de diferentes xenobióticos en diversas especies de insectos de importancia médico-legal. En los casos en los que están presentes ciertos xenobióticos, existe un mayor riesgo de sesgo en la estimación del intervalo post-mortem (PMI), ya que algunos xenobióticos pueden alterar el tiempo de desarrollo de los insectos necrófagos. Además, diferentes especies de insectos necrófagos pueden reaccionar de forma diferente al mismo tipo de xenobiótico. Otro objetivo importante de la entomotoxicología forense es la determinación de la causa de la muerte.

Limitaciones de la Entomotoxicología forense

Entre 1977 y 2017 sólo se han escrito 63 artículos científicos sobre entomotoxicología forense. Aunque la importancia de la entomotoxicología forense para la estimación del PMI y la determinación de la causa de la muerte puede ser esencial, el campo sigue siendo considerablemente poco estudiado. Da Silva et al. han puesto de manifiesto una serie de limitaciones e incoherencias entre los estudios: 1) La falta de estandarización metodológica es necesaria para permitir las comparaciones entre los estudios; 2) La mayoría de los estudios tienen un número insuficiente de réplicas, lo que aumenta el riesgo de errores de inferencia estadística; 3) Un estudio entomotoxicológico exitoso puede ser costoso, lo que significa que la validación contra estándares toxicológicos más amplios a menudo no es posible; 4) La mayoría de los estudios fueron realizados sólo por un entomólogo o un toxicólogo. Sin embargo, tanto los enfoques entomológicos como los toxicológicos son igualmente importantes y tienen que ser validados cuidadosamente para que no se pase por alto información vital. Campobasso et al. también concluyeron que uno de los principales puntos débiles de este campo es la correlación entre los niveles de xenobióticos en las larvas y la cantidad detectada en el cadáver. La interpretación de los resultados también se ve dificultada por nuestro escaso conocimiento del metabolismo de los xenobióticos en los cuerpos de los insectos, y por los impactos desconocidos de los factores ambientales en la detección de xenobióticos, las diferentes concentraciones de fármacos en los distintos tejidos y los esfuerzos desiguales de muestreo. Además, los animales de laboratorio pueden producir metabolitos diferentes a los de los humanos, lo que puede llevar a algunas suposiciones incorrectas.

Hodecek J. Revisiting the concept of entomotoxicology. Forensic Sci Int Synerg. 2020 Sep 28;2:282-286. doi: 10.1016/j.fsisyn.2020.09.003. PMID: 33024952; PMCID: PMC7530288.